domingo, 4 de diciembre de 2016

La Globalización, hoy, a partir de una nota de Carlos La Rosa

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Creo que podría escribir una nota cada Domingo con los columnistas de Diario Los Andes para demostrar su alineación política con el conjunto de medios que integraron la campaña que colaboró eficazmente en el triunfo de Macri. Un lugar común hoy es el rechazo y la denuncia del "populismo", término ambiguo que se usa para descalificar a las medidas o Gobiernos que defienden la independencia de los pueblos o la inclusión social. Un ejemplo de los periodistas que desarrollan este planteo es Fernando Iglesias, cuya columna de hoy se titula "Un canalla llamado Fidel", y que no comentaré porque no me parece útil dedicarle tiempo a un sectario tan evidente. Tienen un grupo nutrido de columnistas antikirchneristas entre los que, normalmente, está quien es, a mi criterio, el mejor politólogo local: Carlos La Rosa. He lamentado muchas veces que su pluma esté al servicio de Clarín, aunque, cuando, una vez, volviendo de Gral. Alvear,  con Roberto Roitman, se lo planteamos, defendió su objetividad.
Hoy, sin embargo escribió la nota que cito abajo, y que recomiendo porque es un buen análisis sobre el tema de la globalización del que tanto se habla ahora. Es una excelente síntesis de la evolución de este tema desde los '90, y de su estado del arte hoy. Es bueno para aquellos que no lo conocen y que, a veces, tocan de oído.

Solo una mínima conclusión: en el marco de esta globalización -recuerdo a Martín Redrado en los '90  explicándonos cómo iba a ser el empleo en adelante, cómo desaparecía el empleo formal, y otras entelequias- se desarrollaron los Tratados de Libre Comercio, refrito globalizado del librecambismo del siglo XIX, pero con el mismo sentido: que los países europeos y los EEUU se llenen de dinero a costa de los países no centrales, variante moderna de cambiar espejitos de colores por oro y plata. El macrismo se jugó por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) desvalorizando al MERCOSUR, ¿y ahora? ¿No sería mejor estar codo a codo con los Países latinoamericanos, tratando de consensuar con México, que es América Latina, no América del Norte? ¿No sería mejor apostar por las Universidades Nacionales, a las que les han reducido presupuesto para sojuzgarlas económicamente, ya que por las ideas no pueden, en lugar de apuntar al modelo chileno, contra el que la misma sociedad chilena está luchando?
Este es el problema de no entender la política, y creer que se puede manejar un país con CEOs. Les aconsejo leer esta nota de un tipo inteligente y que sabe. 


El fin del fin de la historia

La globalización no sólo impuso una nueva dinámica capitalista mundial, sino también la arrogante idea de que la historia ya no servía para interpretar el futuro. Pues hoy la historia regresa con fuerza colosal e inaudita aunque, lamentablemente, arrastrada por los peores vientos de la reacción, quizá como castigo a la vanidad de los hombres que creyeron poder prescindir de ella.

Carlos Salvador La Rosa (http://www.losandes.com.ar/article/el-fin-del-fin-de-la-historia)