TRATADOS DE LIBRE COMERCIO
Hay un tema que se planteó mucho en la campaña electoral como una deficiencia de la gestión peronista: que se debían buscar nuevos mercados, y se ponía como ejemplo a Chile, que tiene Tratados de Libre Comercio (TLC) con EEUU y otros países. Este tipo de Tratados no es nuevo: recordemos el viejo Libre Cambio en el que vendíamos cueros y comprábamos cinturones.El problema es que la situación de Argentina es muy distinta de la de Chile, Perú, hasta Colombia, que son países que viven de la venta de commodities como el cobre, que ha sido la base la prosperidad del modelo económico de Chile. Argentina tiene una producción nacional que, en un TLC, quedaría desvastada ante la invasión de productos extranjeros. Ya lo vivimos en los '90, y muchos de nuestros actuales excluidos son herencia de ese modelo. Nuestro ámbito es el Mercosur, más allá de sus asimetrías y dificultades, y espero que Macri entienda esto, y lo ratifique cuando se reúna con Dilma, que va a ser su primer encuentro internacional. Supondría que, aun con la nariz tapada, lo hará, porque no tiene alternativa: la alianza Argentina-Brasil no puede cuestionarse, y el ámbito es el Mercosur.