martes, 13 de diciembre de 2016

CORRUPCIÓN Y PÓLITICA

Imputaron a Macri, Prat Gay y Peña por incorporar al blanqueo a familiares de funcionarios

La medida se concretó tras una denuncia penal de la diputada de Libres del Sur, Victoria Donda, y otros legisladores.
Imputaron a Macri, Prat Gay y Peña por incorporar al blanqueo a  familiares de funcionarios

http://www.diariouno.com.ar/pais/imputaron-macri-prat-gay-y-pena-incorporar-al-blanqueo-familiares-funcionarios-20161213-n1301760.html

Más de una discusión que he tenido sobre el tema de Política y Corrupción, tiene que ver con que hay una estrategia comunicacional desde los centros corporativos y/o políticos para presentar a los dirigentes políticos y sociales "populistas", como los denominan, en calidad de corruptos. Esto se da en toda Latino américa. Con este tema llenan pantallas y redes sociales de noticias convergentes con el objetivo -que ya sabemos que se cumple- de que la gente -sobre todo de clases media (baja, media, media alta)- descalifique e incluso aborrezca a esos dirigentes, y, por lo tanto, no los vote, y vote a otros que esos centros ponen para que desarrollen las políticas sociales y económicas que benefician a estos sectores concentrados, permitiéndoles que lo sean aún más, y, sobre todo, generar más riquezas “sin derrame”. Están los teóricos y relatores que manifiestan esta estrategia, como Fernando Iglesias, Leuco, Majul, Vargas Llosa, y varios, que se pueden encontrar fácilmente en los medios aliados. También están las redes sociales, con ejércitos de “trolls”, y afines (remunerados, no son aficionados), que viralizan noticias (reales, medio reales, falsas, total, nadie se fija mucho, y es muy difícil encontrar al responsable) que nos hacen valorar como verdad una información, porque nos llegó por Facebook, de diferentes personas, y/o por Instagram, y/o por Twitter.
Por eso, he dicho –y diré, supongo muchas veces- que no es la corrupción el cristal para ver la Política. La Política se ve desde la Política. Si así lo hiciéramos, no votaríamos candidatos que van a perjudicarnos con decisiones destinadas a que los ricos acumulen aún más riqueza, y la sociedad en su conjunto pierda derechos esenciales: Educación de calidad, Salud, Turismo, capacidad adquisitiva acorde con una clase media como la argentina, hasta ahora, por lo menos, etc.
No estoy defendiendo la corrupción, ojalá que todas estas imputaciones que han aparecido, sean manifestaciones de una justicia eficiente y objetiva, como no lo ha sido nunca, en Argentina, y en otros países, pero no es eso lo que hará mejores nuestras vidas, sino una Política nacional, inclusiva y solidaria con los movimientos progresistas latinoamericanos, que no han muerto, aunque estén a la defensiva, porque la lucha por la Felicidad de los Pueblos no muere nunca mientras tengamos sangre en las venas.

domingo, 4 de diciembre de 2016

La Globalización, hoy, a partir de una nota de Carlos La Rosa

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Creo que podría escribir una nota cada Domingo con los columnistas de Diario Los Andes para demostrar su alineación política con el conjunto de medios que integraron la campaña que colaboró eficazmente en el triunfo de Macri. Un lugar común hoy es el rechazo y la denuncia del "populismo", término ambiguo que se usa para descalificar a las medidas o Gobiernos que defienden la independencia de los pueblos o la inclusión social. Un ejemplo de los periodistas que desarrollan este planteo es Fernando Iglesias, cuya columna de hoy se titula "Un canalla llamado Fidel", y que no comentaré porque no me parece útil dedicarle tiempo a un sectario tan evidente. Tienen un grupo nutrido de columnistas antikirchneristas entre los que, normalmente, está quien es, a mi criterio, el mejor politólogo local: Carlos La Rosa. He lamentado muchas veces que su pluma esté al servicio de Clarín, aunque, cuando, una vez, volviendo de Gral. Alvear,  con Roberto Roitman, se lo planteamos, defendió su objetividad.
Hoy, sin embargo escribió la nota que cito abajo, y que recomiendo porque es un buen análisis sobre el tema de la globalización del que tanto se habla ahora. Es una excelente síntesis de la evolución de este tema desde los '90, y de su estado del arte hoy. Es bueno para aquellos que no lo conocen y que, a veces, tocan de oído.

Solo una mínima conclusión: en el marco de esta globalización -recuerdo a Martín Redrado en los '90  explicándonos cómo iba a ser el empleo en adelante, cómo desaparecía el empleo formal, y otras entelequias- se desarrollaron los Tratados de Libre Comercio, refrito globalizado del librecambismo del siglo XIX, pero con el mismo sentido: que los países europeos y los EEUU se llenen de dinero a costa de los países no centrales, variante moderna de cambiar espejitos de colores por oro y plata. El macrismo se jugó por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) desvalorizando al MERCOSUR, ¿y ahora? ¿No sería mejor estar codo a codo con los Países latinoamericanos, tratando de consensuar con México, que es América Latina, no América del Norte? ¿No sería mejor apostar por las Universidades Nacionales, a las que les han reducido presupuesto para sojuzgarlas económicamente, ya que por las ideas no pueden, en lugar de apuntar al modelo chileno, contra el que la misma sociedad chilena está luchando?
Este es el problema de no entender la política, y creer que se puede manejar un país con CEOs. Les aconsejo leer esta nota de un tipo inteligente y que sabe. 


El fin del fin de la historia

La globalización no sólo impuso una nueva dinámica capitalista mundial, sino también la arrogante idea de que la historia ya no servía para interpretar el futuro. Pues hoy la historia regresa con fuerza colosal e inaudita aunque, lamentablemente, arrastrada por los peores vientos de la reacción, quizá como castigo a la vanidad de los hombres que creyeron poder prescindir de ella.

Carlos Salvador La Rosa (http://www.losandes.com.ar/article/el-fin-del-fin-de-la-historia) 

domingo, 13 de noviembre de 2016

Trump: el tema político de la semana

Desde las elecciones de EEUU, me puse a juntar aportes, comentarios, y documentos sobre el tema, con el objetivo de compartir algunas conclusiones en mi blog. Claro es que no esperaba que se alargara tanto la entrada, pero hay mucha información y data.
Me encontré con mucha gente horrorizada, como si Atila hubiera entrado de nuevo a Roma; con comentarios, notas y artículos por todos lados –sesudos y de los otros-, que inevitablemente, te llevan a la popular frase: con el diario del lunes, todos somos sabios y expertos, añadida a nuestra proverbial y global sabiduría.
Algunas preguntas:
¿Se justifica tanto horror?
Está claro que Trump es desagradable (bravucón, misógino, xenófobo, y algunas linduras más), además de Republicano, y que Hillary Clinton es mujer, políticamente correcta, además de Demócrata, lo que es visto, en general, con mayor simpatía, pero de ahí a sentir que el mundo, la libertad, la justicia, etc. están amenazados por la Bestia, es, por lo menos, exagerado. Si revisamos sin mucho detalle, la historia de los EEUU, tampoco da como pensar que el Imperio iba a ser mucho mejor con Hillary que con Trump. Para no irnos muy atrás, empecemos con las bombas atómicas sobre Japón, sigamos por Corea, Vietnam, y tantos otros, sin olvidar a Siria, justamente bajo la conducción de la misma Hillary y Obama. ¿Por qué Imperio iba a dejar de ser lo que ha sido históricamente? Personalmente, no tenía mayores expectativas, más allá de lo atípico de esta elección.
¿A quién perjudica que Trump haya sido elegido?
También se ha dicho mucho sobre esto, más allá de que no es sencillo tener certeza sobre qué hará de todo lo que declamó en campaña una persona que no viene de la política (o sea que no tenemos referencias claras), que es un multimillonario sin equipo político (ha puesto a gente de su familia a llevar la transición), y que no es mismo hablar que llevar a cabo. En realidad, si a alguien cayó mal el triunfo de Trump es al sistema financiero, a las bolsas y, más cercanamente, al proyecto de Macri, que apostó, a semejanza del modelo chileno, a la apertura, al endeudamiento financiero, a una economía de “commodities” y servicios, en lugar de desarrollar la capacidad industrial y el mercado interno. Por ejemplo, prefirió los TLCs (Tratados de Libre Comercio) al Mercosur. Sintéticamente, la  campaña de Trump presentó un discurso extremo, prometiendo levantar un muro para terminar con la inmigración mexicana, prohibir la entrada de musulmanes al país y deportar a todos los habitantes del territorio de los Estados Unidos que no hayan ingresado legalmente al país. También prometió un mayor proteccionismo económico y un importante recorte de impuestos a los sectores concentrados de la economía con la promesa que esas medidas promoverían la creación de empleo. La bolsa de Japón se desplomó incluso antes de que se confirmar la victoria del republicano y hoy los mercados de todo el mundo reflejarán el cimbronazo causado por los resultados electorales de los Estados Unidos (Página 12 del miércoles). En principio, y por ahora, no se justifican muchas de las preocupaciones que se manifiestan por estos días.
¿Por qué fue elegido Trump?
Una primera aclaración: si el sistema fuera de mayoría simple de votos, Hillary sería la próxima presidenta, porque tuvo más votos; sin embargo, como la elección es indirecta, como Gore frente a Bush, Trump será el Presidente. Esto significa, además, que el millonario debe ser muy cuidadoso con la lectura de la demanda social, y no creer que tiene amplio margen, aun teniendo control de ambas cámaras del Congreso. Sin embargo, su victoria confirma el cambio del esquema político que rigió en Estados Unidos durante los últimos treinta y cinco años, desde Ronald Reagan. El caudal de votos que logró Trump en los Estados del norte indica que los votantes blancos de clase media baja, golpeados por las consecuencias de la crisis de 2008, abandonaron a los demócratas y se volcaron hacia el Partido Republicano. La suma del voto de minorías, mujeres y jóvenes no les alcanzó a los demócratas para repetir el logro de las dos elecciones presidenciales anteriores. La cantidad record de latinos que acudieron a las urnas no pudo compensar la caída en el voto de negros y de jóvenes, que habían acompañado a Obama y no se sumaron masivamente a la propuesta de Clinton. Sin dudas, Trump identificó y capitalizó la frustración y el enojo de segmentos del interior profundo de Estados Unidos que han visto sus condiciones de vida estancadas, o deterioradas, durante las últimas décadas, particularmente desde la irrupción de las políticas neoliberales más extremas y el avance de la desindustrialización. Las estadísticas son contundentes: en 1970 la admirada clase media norteamericana concentraba 62% del ingreso nacional pero hoy representa tan sólo 43% del PIB. Esta tendencia se agudizó con la crisis iniciada en 2008 en el corazón de Wall Street, en que 9,3 millones de familias perdieron su propiedad mientras se otorgaban rescates billonarios al sector financiero. La desigualdad se disparó a niveles alarmantes y, con ella, prosperaron el malestar y el hartazgo con el sistema. A diferencia de Europa, la economía norteamericana se recuperó y crece ininterrumpidamente (aunque a una tasa baja) desde 2010, pero este crecimiento no generó hasta ahora una mejora significativa en la distribución. De hecho, Estados Unidos distribuye mal la enorme riqueza que genera cada año.
¿Qué conclusiones generales podemos sacar?
1.       En términos internacionales, la candidatura de Trump se inscribe en el resurgimiento de las posiciones ultranacionalistas de derecha en los países desarrollados, particularmente en Europa, con una plataforma xenófoba y anti-Estado en un marco de creciente desigualdad. Trump representa la versión estadounidense de la “anti-política”, un mal que también aqueja hoy a nuestra América Latina. (Página 12).
2.       Mi amigo Jorge Bodoc me aportaba que el triunfo de Trump, el Brexit y otros fenómenos similares, son expresión del rechazo de la gente a la globalización. Se expresa como xenofobia y racismo, pero hay un rechazo al establishment globalizador. Estos fenómenos son parte de una crisis de la globalización y del neo-liberalismo. El reclamo subyacente es independencia. Se dice que estamos en un en un punto de inflexión. Los pueblos del "primer mundo" quieren salir de la globalización -y lo comprobé cuando estuve en Mayo en Europa. “Con la Lira estaba mejor”, me decía un ex –alumno. Es cierto que se expresan con formas grotescas y fascistas, en muchos casos, pero en gran manera, les impulsa el anhelo de recuperar la autonomía y con ello "el estado de bienestar". Piden garantizar trabajo nacional, quieren proteccionismo. Quieren que su país vuelva a ser grande. Los sectores progresistas del primer mundo no han tomado este reclamo, siguen creyendo en una "globalización progresista", en mantener la Unión Europea. Pero la globalización es parte del proyecto del neo-liberalismo, un tema que requeriría un análisis aparte.
3.       Para Claudio Lozano (Triunfo de Trump. Primeros interrogantes),“una vez más se ha demostrado que los medios de comunicación, así como las empresas que auscultan la opinión pública, no solo no son infalibles, sino que su influencia parece haber menguado de manera significativa. Al igual que con el Brexit en Gran Bretaña, el triunfo de Trump debe leerse como una nueva manifestación del malestar social frente a los efectos de la globalización neoliberal capitalista, así como respecto a la ficción en que se han transformado las denominadas democracias representativas del mundo occidental. Los impactos de la relocalización industrial y el cambio tecnológico sobre los trabajadores industriales, la ampliación de la desigualdad y el deterioro de las capas medias, así como la cristalización de una casta política de representantes disociada de los representados, han sido factores claves para que los votantes buscaran en un supuesto “outsider” de la política, el modo de cuestionar al establishment dominante.
Pero más allá de esta afirmación, resulta difícil vislumbrar cuál es el escenario futuro a partir del triunfo de Trump. ¿En qué medida estamos frente a una reconfiguración del sistema político norteamericano? Y, ¿en qué medida muchas de las afirmaciones críticas de Trump respecto a los acuerdos de libre comercio, o en materia de política internacional, tendrán correlato práctico en las políticas futuras de la potencia del norte?”
4.       De cualquier manera, va a haber consecuencias negativas para el proyecto neoliberal del macrismo. Hoy es noticia que el Gobierno de Barack Obama decidió no continuar con la tramitación del Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Cooperación Económica y dejó su negociación a cargo del Gobierno del próximo mandatario. El TTP ha sido denunciado ampliamente por efectos nefastos en las economías regionales, en las libertades personales, con una mayor aún concentración de la riqueza, y Macri quería incorporarse a él, como Chile, por supuesto.

5.       Es real lo del punto de inflexión, porque, además, es después de lo del “Brexit”, y antes de lo que pasará en Europa, en Austria, por ejemplo (la Merkel ya lo conoce). Ese contexto debería motivarnos a –a pesar de Macri y Temer- profundizar el trabajo político con los que creen en un proyecto nacional y popular, de integración latinoamericana, más que nunca con México incluido.

miércoles, 26 de octubre de 2016

El problema de la inflación en Argentina


El hecho es que el ciudadano de a pie está bastante al descubierto en estos temas, por más de una razón: primero, por el blindaje mediático que un sector importante de los medios le está dando al Gobierno; segundo, porque sabe que los medios de oposición le van a dar la versión inversa, y la gente no confía en eso, aunque tampoco debería confiar en la otra información.

Voy a comentar unas notas que he encontrado en los medios locales, para tratar de exponer la situación en que nos encontramos a partir del Plan Económico del macrismo.

Podría haber empezado con las afirmaciones de Prat Gay: “la inflación ya no es un tema”, pero ya se ha dicho tanto que me lo ahorro. 
Veamos las notas:
El comercio acumula 8 meses en rojo (MDZ)
El consumo continuó debilitado en agosto, cuando las cantidades vendidas por los negocios minoristas cayeron 7,4% frente al mismo mes del año pasado. Es el octavo mes consecutivo que las ventas se retraen, acentuando la crisis que atraviesa la actividad comercial desde principio de año.
En la carnicería del barrio donde vivo (Distrito Belgrano, Guaymallén), parte de una pequeña cadena de cinco locales, me decían que están vendiendo entre las cinco lo que vendía ese solo local. Además, si uno se para un ratito, observa cuántas mujeres solo compran $50 pesos de molida barata.
Sin embargo, el Presidente dice:
Macri: "La inflación está bajando drásticamente" (MDZ)
“El presidente argentino le envió un mensaje a los gremios desde China, donde participa de la Cumbre del G-20. Allí, reiteró que no se reabrirán las negociaciones paritarias y justificó la decisión en una merma de los índices de inflación.”
Esto no es verdad: la carne subió el 7% la semana pasada, van a aumentar las prepagas y las tarifas de la telefonía celular.
Es la misma razón que dio Cornejo para no reabrir las paritarias docentes provinciales, que fueron las que primero se cerraron por Decreto, y que han quedado retrasadas, por lo que los gremios docentes están en conflicto.
Hay una alabanza al Plan económico:
Qué dijo Obama sobre el presidente argentino (MDZ)
Barack Obama volvió a hacerle un guiño a Mauricio Macri, al señalarlo como uno de los líderes que están dándole un ejemplo al mundo a través de su gestión.
"Hay varios presidentes que están tomando medidas correctas, como en India, Indonesia o Italia y el nuevo presidente de la Argentina", dijo Obama en el discurso que pronunció durante la conferencia del G20.
Los elogios del jefe de Estado norteamericano no se agotaron allí: unos minutos antes de hablar en público, felicitó a Macri en privado "por el éxito de las medidas que lleva adelante y por los cambios que está haciendo, pensando en la población entera".
En China, Obama consideró además que "las economías crecen mejor cuando todos participan de ese crecimiento". Y pidió "tomar medidas para asegurarnos que no vamos a tomar nuevas recetas proteccionistas ni populistas".
Los que conocemos la Historia de América y de Argentina, sabemos que los EEUU solo actúan en función de sus intereses (véase ALCA y otros Tratados de Libre Comercio) y que lo político tiene que ver con lo económico. Por lo tanto, que dejemos las políticas de protección de las industrias y servicios locales, y que no tomemos medidas para defender a la gente, les conviene a ellos, no a nosotros.
A pesar de estos halagos, desde el mismo Gobierno, la cosa no está tan clara: al optimismo de Prat Gay se opone el realismo del presidente del Banco Central (BCRA), Federico Sturzenegger, que sostuvo que la “significativa desaceleración” de la inflación que mostrará agosto “no provee los elementos suficientes para relajar la política monetaria” que lleva adelante la autoridad monetaria.
“El primer motivo es que una reducción de la inflación en un mes puntual no es indicador suficiente sobre una reducción sostenida. Un proceso de desinflación persistente necesita de varios meses para consolidarse como tal. Segundo, porque las expectativas de inflación para el año 2017 todavía se ubican por encima de las expectativas de la autoridad monetaria. Tercero, porque el camino a recorrer hasta alcanzar el objetivo de una inflación del 5% anual se encuentra todavía lejano”, apuntó. (El Cronista)
Todavía más, el economista José Luis Espert, a la derecha de este Gobierno, y liberal muy ortodoxo, sostiene que el macrismo es “un kirchnerismo maquillado”. Esto es, que estas medidas económicas no aseguran los logros que el Gobierno ya exhibe como conseguidos. 
Finalmente, Rodolfo Cavagnaro, en el Suplemento Económico del Diario Los Andes, escribió: “Ahora parece que la inflación está bajando porque baja el consumo y los ciudadanos ya no convalidan aumentos de precios simplemente porque no les alcanza. El problema es que la inflación no baja ni por menor gasto, ni por crecimiento, ni por mayores inversiones. Quizás Prat Gay crea en los milagros, algo tan iluso como lo de Sturzenegger de creer que con artificios monetarios puede contener el problema.” Por supuesto, que esta opinión proviene también desde la ortodoxia económica.
Por lo tanto, aunque Lilita Carrió sostuvo en el Programa de Susana Giménez que la inflación será cero, esto no va a ocurrir pronto, y ni siquiera se puede dar una fecha más o menos cercana.
Para terminar, voy a citar, haciéndolas mías, palabras de Osvaldo Enrique Arriaga en una Nota de Opinión del Diario Los Andes del 5 de septiembre.
Que nos expliquen bien
“Las cosas no andan bien en nuestros país. Eso es indudable. Quizá sea verdad lo que nos dicen nuestros dirigentes, que estamos mal, pero vamos por el buen camino. Dios quiera que así sea, porque la paciencia tiene límites y estamos muy cerca de ese final. El humor social no está para soportar muchos aumentos más si no se le comunica un plan de acción en el cual creer. No es suficiente decir que las cosas mejorarán si no se nos dice de qué forma ocurrirá eso, de qué manera bajará la inflación, de qué forma tendremos más seguridad o de qué manera nuestro dinero nos permitirá vivir un poco mejor. Mientras eso no se diga enfática y claramente, no es tan fácil creer o tener esperanzas. 
Posiblemente el Gobierno no tenga buenos comunicadores, pero al menos yo no tengo todavía en claro cuáles son las herramientas que aplicarán o las soluciones que se buscarán, para lograr ese mejoramiento que todos clamamos por percibir de una forma más clara, más tangible. 
Esperemos que nuestros políticos no se equivoquen. Que logren encontrar el camino que nos lleve a un mejoramiento de nuestra vida y que nos comuniquen qué plan de acción tienen, pero en forma concreta, no solo con palabras muy lindas que a todos nos gusta escuchar.” 

He tratado de conformar en esta intervención –más larga de lo que pensaba- elementos de juicio para que cualquier persona pueda conocer cómo estamos y qué podemos esperar en lo económico. Después, cada uno sacará sus conclusiones.

martes, 5 de julio de 2016

La reconstrucción política: un paso esencial

El título me surgió de dos lecturas: la nota de abajo del Ing. Somoza, cuyo equipo de Rector de la UNCuyo tuve el honor de integrar como Coordinador del Área de Vinculación, y la nota que le sigue que publicó hoy Página 12 sobre la situación presupuestaria de las UUNN hoy (http://www.pagina12.com.ar/diario/universidad/10-303402-2016-07-05.htm).
El Tucho Somoza presenta meridianamente la situación del país en estos momentos y sus elementos: un Gobierno elitista, la dirigencia política y un Pueblo golpeado como no se imaginaron los que votaron a Macri como Presidente.
Y lo que está haciendo el macrismo con el Presupuesto Universitario es un claro ejemplo de su concepción política, del valor que le dan a la Educación Pública.
No es desatinado pensar que esto se va a poner más difícil todavía, y es claro que una vez más la Sociedad argentina va a tener que luchar por sus derechos, como lo viene haciendo desde los principios de su historia. No se visualizan demasiados dirigentes como para encabezar este proceso de Reconstrucción, pero ya surgirán, siempre lo han hecho.

La Argentina a doscientos años de la declaración de Independencia / por Arturo R. Somoza - Fundación Comunidad Latinoamericana

El 9 de julio de 1816 fue un hito muy importante en la conformación de la Patria Sudamericana – hoy Unasur, pues se declaró la independencia de las “Provincias Unidas de Sudamérica”.
En las vísperas de tan importante acontecimiento debemos reflexionar sobre nuestra responsabilidad actual, como herederos de ese momento. Podemos para ello pararnos en distintos lugares y quizás de todos ellos aportar a una mayor comprensión. Elijo hacerlo desde la aparentemente confusa situación política que vivimos hoy en nuestro país. Digo aparente porque cuando se disipa la bruma, tan frecuente en los últimos días, aparece clara la realidad. Por una parte se ve un gobierno elitista, que mira la realidad con anteojos ideológicos neoliberales, que cree que no hay diferencias sustantivas entre una empresa y sus clientes y una Nación y su Pueblo, que sigue haciendo propaganda electoral del “sí se puede” y que todo se arreglará con el “sinceramiento” y, por otra parte, la gran mayoría del pueblo argentino, que se encuentra inerme, traicionado en los que votaron un cambio para mejorar y fuertemente golpeado en los que querían mantener los derechos ganados y resolver las limitaciones del gobierno saliente.
Lo que Cambiemos está logrando es modificar la “grieta”, de vertical y polarizada, en horizontal y asimétrica. Ahora es de ricos y multinacionales contra clase media, pobres y pymes. En menos de siete meses han llevado al país a una situación muy difícil, con fuerte tendencia a empeorar y en un marco internacional muy adverso. Pero me parece importante analizar lo que está más cercano a nuestra responsabilidad y por lo mismo al alcance. La gran mayoría de la llamada dirigencia política, en realidad autoridades partidarias, actuales funcionarios y recientes ex funcionarios, absolutamente impregnados de cortoplacismo y pragmatismo individualista, está tratando de salvarse como pueda. Cargados de una teoría miope y berreta, que esgrime que en los primeros meses de un nuevo gobierno no se puede decir la verdad y que hay que aprovechar para reposicionarse, andan trocando acuerdos políticos por financiamiento para sus gobiernos, o “referentes” y/o nuevas alianzas pensando que así se llega a las elecciones de 2017, que es lo único que les importa. El bochornoso escándalo de corrupción de “primeras y segundas líneas” de oficialismo y oposición, está actuando culturalmente contra la política, como noble acción humana para la búsqueda del bien común, la solidaridad social y el progreso de la comunidad.
Hoy es momento de diálogo abierto, franco y sin concesiones a los privilegios. Parafraseando a Serrat “nunca es mala la verdad, lo que no tiene es remedio”. Los que se sientan referentes deben convocar al diálogo y estar dispuestos a escuchar antes de hablar. De ese modo puede ser que comencemos de una buena vez a transitar el camino de la reconstrucción política de una nueva y actual expresión del Movimiento Nacional y Popular.

Arturo R. Somoza
Fundación Comunidad Latinoamericana

http://www.pagina12.com.ar/diario/universidad/10-303402-2016-07-05.html

UNIVERSIDAD › INFORME SOBRE LA ASIGNACION PRESUPUESTARIA A LAS UNIVERSIDADES EN EL PRIMER SEMESTRE
Fondos escasos y encima subejecutados
Un estudio elaborado por la Conadu advierte que, al impacto de la inflación y el tarifazo en el presupuesto universitario, se suma el atraso del Gobierno en la asignación de recursos y la falta de financiamiento para programas específicos.
El presupuesto universitario no sólo fue afectado por la inflación y el incremento de la tarifas. También fue afectado durante el primer semestre por la subejecución de las partidas instrumentada por el gobierno nacional –el giro de fondos a la educación superior es incluso inferior al destinado a otras áreas de la administración pública– y por la ausencia de fondos dirigidos a los programas que venía financiando la Nación en las universidades. De los 88 programas vigentes, en 59 no hubo ninguna asignación presupuestaria en lo que va del año y sólo diez tienen un crédito que podría considerarse “normal” a esta fecha, es decir, por encima del 30 por ciento de ejecución. Los datos surgen de un informe que realizó el Instituto de Estudios y Capacitación del sindicato docentes Conadu.

sábado, 25 de junio de 2016

El Mercosur a la luz del Brexit

Hay muchos temas para discutir en la nota de abajo, claramente anti Mercosur, para la que lo del Brexit es solo la oportunidad de plantear el tema. Sería largo plantear las diferencias entre los bloques, pero creo -mucho más después de haber visitado Italia y España- que el resultado del Brexit tiene que ver sobre todo con las políticas desarrolladas en la CE. Ellas -manejadas con la dureza habitual por Alemania, apoyada sobre todo en Francia- son las que han conducido a que los países miembros hayan desmejorado su calidad de vida: un ejemplo: las equivalencias de las monedas de los países cuando se impuso el euro hicieron devaluar la Lira, la Peseta, y sobre valorar el Marco alemán. Con la mayoría de la gente que hablé (clase media baja o un poco más), no creían que el Euro los hubiera beneficiado. La crisis del 2008 ahondó los problemas: es triste ver los edificios recuperados por los Bancos a través de los desahucios, con sus ventanas tapiadas para que no se instalen okupas. Nadie cree que se va a volver a la situación anterior a la crisis.
La política exterior de la CE agregó lo suyo: las oleadas de africanos, "cíngaros" como se los llama, indios, paquistaníes, sirios, etc., que hacen sentir tan amenazada a la derecha xenófoba (siempre presente en Europa), tienen que ver con las políticas de la OTAN y EEUU.
La idea del Mercosur siempre fue otra, y el planteo de Ripa es equivocado: no hay que hacer menos política, hay que hacer más y mejor. Entender el Mercosur como una estrategia de integración solo económica no tiene sentido. Es cierto que no se ha avanzado todo lo deseable, pero hay logros, y Ripa los menciona, aunque no los valora. También es real que la onda ideológica que impulsó el proyecto Mercosur está en una situación de retroceso frente a la embestida de prepuestas neoliberales con claro aporte (¿o conducción?) de las grandes corporaciones, pero todo eso no invalida el proyecto de integración latinoamericano y del Caribe, es más, lo hace necesario, casi imprescindible, si queremos queremos mantener y desarrollar un proyecto de país moderno, inclusivo, con una alta industrialización, con la menor pobreza posible, con acceso a Educación y Salud de calidad, e integrado en la Comunidad latinoamericana.
Esto es muy distinto del modelo agroexportador y de servicios que maneja el macrismo, semejante a los países del Pacífico, como Chile, Perú o Colombia. En esto incluimos a las "commodities" mineras, como el cobre, al que Chile debe fundamentalmente su éxito económico.
Argentina debe seguir impulsando la integración latinoamericana activamente, sin duda, fue el destino que pensaron y por el que lucharon muchos latinoamericanos. 
Es el destino que debemos realizar.

"Arexit": ¿y si nos vamos del Mercosur?

"¿Así como estamos, nos sirve el Mercosur?", plantea como discusión el autor de la nota, tras el referéndum británico.


Es difícil, plantearlo para nosotros. Claro que es muy difícil, porque siempre fuimos grandes impulsores del Mercosur, hicimos mucho por la integración y trabajamos por ello. Misiones comerciales, acuerdos con Sebrae, ciudades hermanas, una red en común de comercio electrónico y múltiples tareas, con numerosos viajes a distintas ciudades en Brasil, Uruguay, Paraguay y luego a Perú, Bolivia y Venezuela. Conferencias, seminarios y charlas.
Y esto es, porque siempre creímos que a la globalización se la enfrentaba trabajando así, en bloque. Aun con la siempre denominada Unión Aduanera, en perfección, sin una moneda en común, con muchos protocolos y asimetrías. Quizás demasiadas.
Nuestro Mercosur nació formalmente el 26 de marzo de 1991 con la firma del Tratado de Asunción por parte de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, pero en realidad, hay que remontarse a más de 30 años, esto es cuando se rubrico el acuerdo en 1985 entre los presidentes Raúl Alfonsín y José Sarney. Luego de distintas formas se asociaron Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador y Perú.
Pero hoy y a menos de 24 horas del denominado “Brexit” donde mediante un referéndum, el pueblo del Reino Unido decidió la salida de la Unión Europea, nos preguntamos como lo venimos haciendo hace un tiempo, ¿habrá llegado la hora de un “Arexit”, habrá llegado la hora de que Argentina, discuta, plantee seriamente y en su momento, será la hora de llamar a una consulta popular sobre una eventual salida de Argentina del Mercosur?
Habrá llegado la hora en esta abrumadora globalización que evidentemente, no sabemos enfrentar con claridad, que podamos negociar alianzas de libre comercio con quien queramos. Así sea, con el bloque de cooperación Asia Pacífico, o con la Unión europea, o con los que la rompen ahora y /o con el mismo Estados Unidos.
Lo del Mercosur lamentablemente, sirvió más a la política que a los negocios. Si, tal cual, aunque moleste a algunos o muchos, más de política, que de negocios interempresariales. Allí con Unasur y Parlasur.
Las asimetrías, se transformaron con el tiempo en verdaderas fisuras y entiendo se perdió con tanta política, una identidad de bloque. Aquel soñado mercado común, el cuarto del mundo por su potencial, quedo siempre en un acuerdo aduanero para los empresarios. Reiteramos su crecimiento fue más político que económico – empresarial.
No propiciamos economías menos proteccionistas. No para nada, solo hablamos de generar más negocios a nuestras pymes, los grandes se salvan siempre, con más o menos Mercosur y ellos siempre hicieron negocios en el Mercosur, no hace falta dar nombres.
Quizás no coincidamos, pero se nos llenó de política aquel sueño y no estamos mejor económicamente, salvo algunos países de la región bloque estamos varios años con tasa de crecimiento negativas.
Y si políticamente se oponen al “Arexit”, habrá que cambiar muchas reglas urgentemente, para no quedarnos atrás. Nos devora la globalización y en unos años más nos arrepentiremos de ello. Lo dijimos, demasiadas asimetrías y nuestro sector agrícola muy desprotegido. Tenemos en común más productos competitivos y muy pocos complementarios, da para pensar o no?
Quizás la historia está cambiando, porque privarnos de analizarla? Quizás llego el tiempo de que la política se dedique a la política y los empresarios a los negocios. La pobreza ya vimos no se la combate con política, hay que dar y generar trabajo. Tenemos que despertar a la fuerza empresarial, lo más lejos de la política y lo más cerca del mundo. Busquemos, discutamos las condiciones para ello.
Quizás llego la hora de sincerarnos. Quizás llego la hora del “Arexit” o por lo menos, de sentarnos a discutir seriamente los temas de integración con crecimiento, de lo contrario la pregunta obligada es: ¿así como estamos, nos sirve?
Dr. Jorge Nelson Ripa  www.ripa.com.ar

martes, 31 de mayo de 2016

El Papa Francisco, o el Padre Jorge, en la campaña contra el peronismo y otros populismos

He llegado hace unos días de un viaje por Italia y España, a las que no conocía, con varias ideas para desarrollar dándome vueltas por la cabeza, pero el Domingo 29/05 me encontré –en el Diario Los Andes, claro- con esta nota: “Macri en el camino de Canossa”, de Luis Alberto Romero (Historiador. Especial para Los Andes)
Solo una cita: “Hoy, el padre Jorge confronta con Macri para medir quién tiene mayor peso en los barrios y en el discurso. En San Pedro atiende el juego grande y en Santa Marta, el chico. Allí quiere verlo a Macri jugando bajo sus reglas. Quiere que Macri haga su camino de Canossa.” No hay mucha manera de explicar este análisis, cualquiera que entiende de Iglesia y de política, sabe que, no solo no es verdad, sino que no tiene sentido. El Papa -y este Papa, con el peso que tiene en el mundo y en la Iglesia- peleando el barrio como un puntero con Macri (que no es Obama, tampoco), es fanta ciencia. Ya había leído a otros que nombraban al Papa como Bergoglio –Padre Jorge es demasiado, me parece, aunque el Papa no pierde su condición presbiteral-, como modo de desvalorizar a Su Santidad. Estuve en la Audiencia General del 11 de Mayo, y vi lo que significa el Papa Francisco y no comprendo que alguien que se llama historiador, pueda escribir la nota mencionada, salvo que sea un escriba pago.
Entonces, vinieron a mi cabeza otras plumas que escriben, o por encargo, o por ser parte de una campaña política: por ejemplo, Fernando Iglesias, que durante la campaña de Macri apareció en cuanto programa periodístico pudo, o le abrieron desde los medios amigos, descalificando salvajemente al Peronismo, y a los populismos en general, dentro de los cuales lo pone, en un análisis muy discutible. Había también una colombiana, de la que no me acuerdo el nombre, pero que era de la misma especie. Julio Bárbaro también ha entrado en esta vertiente, con toda su inteligencia y capacidad de palabra.
Hay variantes: el blog Zuleta sin techo, informadísimo, y que vale la pena leer, pero más de una vez sesgado de una manera que supone direccionalidad; en Mendoza, Carlos La Rosa, el mejor politólogo local, escribe notas de periodismo de opinión para el Diario Los Andes del Grupo Clarín, con un alto nivel de formación política y sociológica, pero inscripto en los intereses de la Corporación multimedial. Con Roberto Roitman, hace mucho, volviendo de General Alvear, adonde lo habíamos llevado a exponer (una presentación brillante, por lo demás), se lo planteamos, y lo negó, pero la lectura de sus artículos evidencia su pertenencia.
Más de una vez me he preguntado sobre la posibilidad real de estar correctamente  informado o de conocer posiciones con un grado razonable de objetividad, o por lo menos, con una declaración explícita de su posición política o pertenencia institucional. No soy optimista sobre esto, pero lo de Francisco me pareció una vuelta y media de tuerca más. Ya no es sesgar una información o un análisis, sin preocuparme por darle verosimilitud o fundamento. El miente, miente, que algo quedará, que dicen que dijo Goebbels, sigue siendo –más que nunca- válido. Lo nuevo es que en el marco del mundo globalizado e híper comunicado, con la enorme concentración económica actual, estas mentiras pueden poner y sacar presidentes, e instalar formas de gobierno contrarias a los intereses de la mayoría, bajo una idílica apariencia de democracia republicana.

Dentro de este marco, el tema de corrupción es un buen ejemplo que desarrollaré pronto, pero que es útil para demostrar el uso que se le puede dar a valores o concepciones positivas para ponerlos al servicio de intereses sectoriales. Francisco no se va a ver afectado por la nota de Romero, pero sirve para ver cómo actúan estas minorías en las que coexisten corporaciones, empresarios, jueces, sindicatos, etc., al servicio de un proyecto de poder.

domingo, 28 de febrero de 2016

Interrogantes sobre la política argentina


A partir de una nota ya vieja (Thomas Friedman 31/12/2015, en Los Andes: ¿Qué tal si…?), que me interesó, pero no trabajé nunca, se me ocurrió plantear algunas cosas.

A Friedman se le ocurren algunos interrogantes en condicional en relación con la elección de Presidente de EEUU
“¿Qué tal si muchísimas eras están terminando todas a la vez?
¿Qué tal si estamos al final de la era de más de 30 años de alto crecimiento en China, y por tanto la capacidad de China para alimentar el crecimiento global a través de sus importaciones, exportaciones y adquisiciones de mercancías y materias primas será menos frívola y confiable en el futuro?
¿Qué tal si ya terminó la era del precio del barril de petróleo en 100 dólares y todos estos países cuyas economías estaban apuntaladas directa o indirectamente por esos precios tendrán que aprender a crecer a la antigüita: produciendo bienes y servicios que otros quieran comprar?
¿Qué tal si el promedio se ha acabado para los países? Durante la Guerra Fría se podía ser un estado promedio, independiente apenas hacía poco, con fronteras artificiales trazadas por potencias coloniales. Había dos superpotencias listas para lanzarte ayuda exterior, educar a tus hijos en Estados Unidos o Moscú, acrecentar las propias fuerzas armadas y servicios de seguridad, así como adquirir tus cutres exportaciones manufacturadas o materias primas.
Pero, ¿qué tal si el ascenso de los robots, software y automatización significa que estos países no pueden depender ya de la manufactura para crear trabajo masivo, que los productos que ellos pueden hacer y vender no pueden competir con bienes chinos, que el cambio climático está presionando sus ecosistemas y que ni Rusia ni Estados Unidos quiere tener algo que ver con ellos porque todo lo que cualquiera gana es una cuenta?
¿Qué tal si la era del aislamiento iraní ya terminó, justamente como el sistema árabe está colapsando y la solución de dos estados entre israelíes y palestinos es historia? ¿Cómo interactuarán todas esas moléculas?”.
Cuando lo leí se me ocurrió otro interrogante: ¿Qué tal si Macri está implementando un plan económico que solo ha beneficiado a los poderosos, con inflación, recesión, despidos, para insertarnos de nuevo en el mundo (parece que hemos estado doce años en el ciberespacio), y ese mundo es un lugar inhóspito en el que solo interesa que Argentina se inscriba lo más mansamente posible en el lugar que los Banqueros y las Corporaciones nos asignan, como a otros países de Latinoamérica?
¿Se ha hecho una prospectiva seria del mundo hacia el que vamos, a partir de un conocimiento objetivo y profundo del que estamos viviendo? ¿O se han desempolvado viejas recetas y se las aplica a como dé lugar?
¿Se tienen en cuenta los nuevos aportes de la teoría económica, como los de Piketty (El capital en el siglo XXI)? Porque la sensación de dejà vu es inevitable.
El problema es que el Gobierno de Macri ha tomado muchas decisiones políticas pero no tiene un cuerpo de cuadros de gestión política, tiene un cuerpo de CEOs y Gerentes formados en empresas y corporaciones, pero no tiene masa crítica para hacer los análisis que necesita este momento de Argentina y el mundo.
No he ido mucho más allá de interrogantes, pero esa es la intención: plantear el contexto mundial y la falta de una estrategia actualizada para la inserción en el mundo que se busca. Vamos a terminar empobrecidos, endeudados, y en un creciente estado de conflictividad social, solo para beneficio de los que menos lo necesitan.

miércoles, 13 de enero de 2016

La grieta y las redes sociales

El concepto de la "grieta" fue acuñado por el periodista Jorge Lanata en 2013. Para algunos, este fenómeno no se producía desde el final de la primera etapa de Gobierno del General Juan Domingo Perón (1946-1955).
Para los anti K existe una real división de la sociedad argentina en su conjunto. De acuerdo con algún analista de este tema, los Kirchner encontraron una sociedad tradicionalmente muy politizada y profundizaron estas diferencias con un mensaje de confrontación.
“Para confirmar su identidad política, el kirchnerismo hizo un fuerte énfasis entre el 'ellos' y el 'nosotros' y lo transformaron en la diferencia entre el amigo y enemigo que es todo aquel que no piensa como uno" (Orlando D´Adamo, director del Centro de Opinión Pública de la Universidad de Belgrano).
Personalmente, como Peronista, también sentí después del triunfo de Macri, que habíamos vuelto a la época de “Viva el cáncer”, de un anti peronismo profundo y gorila, cargado de odio, ese del que el único peronista bueno es el peronista muerto. Sin embargo, yo llegué al Peronismo en 1973, como muchos otros, y ya era una realidad distinta. Es cierto que en las Presidencias de Cristina reapareció en algunos sectores sociales de nuestra clase media urbana el sentimiento antiperonista (recordemos las cosas que se veían y decían en los cacerolazos, por ejemplo).
Hace poco leí una nota que tiene que ver con esto. Se titula: La sociedad quiere dejar la grieta atrás (Guillermo Oliveto, La Nación, 1 de diciembre de 2015) y habla de que “la mayoría de los argentinos, con madura lucidez; cree que no está ni todo bien ni todo mal”. En porcentajes, dice que en el 2013 era el 45% de la población y, en el 2015, el 57 %.
Agrego un comentario nacido de mi experiencia en la política, en relación con los votantes: entre un 25 al 30% de la gente vota al peronismo, y un porcentaje semejante no lo vota nunca,  siempre ha sido así, pero ese porcentual no significó –ni significa- una grieta, palabra que tiene una carga negativa mayor, salvo en sectores menores que odian a los que tienen otra pertenencia política. Fui funcionario de la UNCuyo, y trabajé en proyectos con Radicales de la Secretaría de Comunicación de la Nación durante el Gobierno de la Alianza sin ningún problema, lo mismo sucedió en la Red de Vinculación Tecnológica (Red Vitec) durante los Gobiernos kirchneristas donde participaban representantes de Universidades con Gobiernos peronistas y Radicales. Se discutía, se peleaba a veces, pero no había ninguna grieta.
Muchos de mis amigos y conocidos anti K justificaron su voto contra Scioli en el rechazo a Cristina porque había dividido al país, o sea en la grieta; esto tuvo un impacto electoral no mensurable, pero, si tenemos en cuenta la mínima diferencia con que se resolvieron las elecciones, es parte de las causas por las que Macri es Gobierno. En algún momento de estas discusiones preelectorales, se me ocurrió preguntarme si esta idea de un país dividido en dos por esa “grieta” era real, o era propia de algunos espacios más acotados: las redes sociales, algún sector de la clase media urbana, ciertos programas de televisión, porque, realmente, hay mucha gente que ignora el tema, o no le da importancia.
¿Hasta qué punto el mundo de las redes sociales, en las que las plataformas se crean a partir del modelo de la vida real (por ejemplo, el chat trata de reproducir las condiciones y buenas prácticas de los diálogos de la realidad) agrega el valor que se dice o que se plantea en la teoría?
Se destaca el valor que tuvieron en la primavera árabe, hemos visto convocatorias sociales importantísimas, se utilizan mucho en las relaciones personales hasta reemplazando las de verdad (charlas cara a cara, abrazos físicos, etc.), pero, en general, no queda nada perdurable de eso. Paradójicamente, los Comunicadores al servicio de Corporaciones o han encontrado un canal valiosísimo que les permite llegar –con poco gasto, además- a millones de personas para venderles objetos o servicios o para hacerles creer ficciones a partir de verdades a medias o mentiras directas. La “grieta” es un claro ejemplo de esto y del poder de su uso eficiente, y poco ético. Los detentadores del poder han comprendido perfectamente lo que dijo en una entrevista Zygmunt Bauman, el autor de La modernidad líquida: “Mucha gente usa las redes sociales no para unir, no para ampliar sus horizontes, sino al contrario, para encerrarse en lo que llamo zonas de confort, donde el único sonido que oyen es el eco de su voz, donde lo único que ven son los reflejos de su propia cara. Las redes son muy útiles, dan servicios muy placenteros, pero son una trampa.”

Este un tema muy amplio y profundo, y mi intención era solo plantearlo. He terminado en una entrada muy larga que deja, además, muchas cosas sin desarrollar, pero prefiero que sea así, y veremos si se puede –ojalá podamos- seguir aportando al conocimiento y comprensión de esto.